LA RAZA
Raza bovina Terreña
Prototipo y características.
Prototipo o estándar racial
Definición de la raza.
Se definen como ejemplares de la raza bovina «Terreña» aquellos que corresponden al prototipo racial determinado en la presente norma.
Presentaba dos variedades que tienen como única diferencia el tamaño de ambas: La Terreña de Gorbea, más pequeña y presente en las estribaciones del monte Gorbea, y la de Sierra Salvada que aunque en el pasado estuvo más difundida hoy se encuentra restringida a la Sierra que le da su nombre.
Características generales
En cuanto a los caracteres y apariencia general, se trata de una raza eumétrica, ortoide y sub-longilínea.
Está dotada de gran rusticidad y mediano desarrollo corporal. Son animales fuertes y de aspecto armónico cuando se contemplan en su medio natural. Su conformación permite observar una disposición traccionadora.
Características específicas
Seca y bien proporcionada, de frontal amplio y recto, aunque pueden aparecer animales de sub-convexidad levemente marcada. Cara acortada en los machos, fina y estilizada en las hembras, denotando gran feminidad. Órbitas amplias, marcadas y en la misma línea de la cara.
Ojos medianos y expresivos. Orejas pequeñas, pobladas de pelos cortos que a veces cuelgan en largas mechas, de forma de redondeada y muy móviles.
Cuernos finos de sección circular blancos en la base y de puntas negras, de buen desarrollo, de mediano grosor e insertados en la línea de prolongación de la nuca. En lira alta o baja en las hembras, horizontales en su nacimiento, con las palas dirigidas hacia delante y arriba y con el pitón abierto hacia fuera y atrás. En media luna en los machos.
El cuello es de mediano tamaño, en los machos con buen desarrollo muscular. En las hembras, fino por su escaso desarrollo muscular y de bordes rectos, la inserción con la espalda puede presentarse en «golpe de lanza».
Entre paralelas, y algo alargado, con aceptable profundidad y perímetro gracias a las costillas separadas y arqueadas en su tercio medio. Cruz larga y levemente destacada. Línea dorso-lumbar recta y horizontal. Grupa ancha en su tercio anterior, de ancas prominentes y de escasa amplitud entre isquiones. Tendente a la horizontal, de muy escasa inclinación. Vientre bien proporcionado, escasamente remetido. Cola de nacimiento alto, en ocasiones ascendente en cayado. Larga y con borlón abundante que debe superar el corvejón.
Las ubres son de mediano desarrollo pero de buenas inserciones y pezones medianos, bien dirigidos y diferenciados. Testículos bien desarrollados.
Anteriores: Correctamente aplomadas, bien proporcionadas y de estructura fina, pero de gran fortaleza. Espalda acortada y de buen desarrollo muscular. Brazo largo y antebrazo mediano, ambos de gran fortaleza. Caña de estructura fina pero fuerte. Pezuñas de mediano tamaño, bien conformadas y adaptadas a la marcha.
Posteriores: Bien aplomadas y de ángulos un poco abiertos abiertos. Muslo y pierna plana, de mediano desarrollo muscular. Nalga recta y con medio desarrollo. Corvejón de fuerte estructura, seco y de inserción tendinosa bien diferenciada. Caña y pezuña de igual constitución que las anteriores de color negro.
De color negro, elástica, formando papada abundante y pliegues evidentes en las tablas del cuello.
Capa castaña, oscilando desde tonalidades muy oscuras y «lombardas» hasta muy claras «avellanas» con oscurecimientos centrífugos (cabeza, pecho y extremidades). Mucosas negras y orla plateada alrededor del hocico, que en los machos puede desaparecer con los años, en ocasiones puede presentarse enrojecida. Degradaciones en axilas, bragadas y cara interna de los muslos, más manifiestas en capas claras. Borlón de la cola, pezuñas y punta del cuerno negras. Orejas blanquecinas en el interior y orladas de una cinta negra en los bordes. Ubres y testículos de color rosado que en su parte inferior forma una cúpula o casquete de color negro, vulva negra o del color de la piel.
El pelo es liso y fino, con evidente variación estacional en función de las condiciones ambientales. Se acumula de modo importante en la testuz, constituyendo una moña o flequillo. También es más largo en el interior de las orejas y en el recubrimiento de las ubres, que pueden llegar a ser muy largos y abundantes en función de la rusticidad.